Este mes os queremos presentar un proyecto innovador y novedoso, se trata de Ama Brewery que rompen esquemas en el mundo de los fermentados.
Ama, en Euskera, significa madre. Desde tiempos inmemoriales, personifica el universo de lo natural en la cultura vasca; de la misma manera en que la
palabra madre, en tantos otros idiomas, evoca raíz u origen de vidas que se multiplican. Como ocurre con la vida de los millones de microorganismos
que se reproducen de forma simbiótica ocurrencias en un pequeño garaje en San Sebastián.
Si algo fermenta Ama Brewery son imposibles. Y si algo transforma son voluntades alrededor de una experimentación con bebidas fermentadas de bajo
nivel de alcohol, reflejo de una pasión compartida por lo inexplorado, por el terruño y por lo artesano
Todo comienza con la preparación de infusiones de té: en contacto con colonias de bacterias y levaduras resultantes de un hondo trabajo de I+D, éstas
comienzan a fermentar. Equilibrios precisos, además de cuidados meticulosos, se traducen en kombuchas que continúan su proceso de transformación y
envejecimiento al menos seis meses en botella, hasta convertirse en Ama pét-nat tea. De ahí que, sin necesidad de azúcares o levaduras añadidos, consiga
tanto su distintiva nota carbónica como su carácter.Y justo porque su fermentación continúa después de sellada la botella, no hay dos Ama iguales.
Se suponía que envejecer una kombucha en botella era imposible. Ama no solo lo consigue de forma sostenida en el tiempo, sino que demuestra cuán
excitante es esta búsqueda.
• A través de un meticuloso proceso de fermentación y
envejecimiento se transforman infusiones en kombuchas
envejecidas.
• Una misma fermentación en dos fases:
-Primero en depósito, sometiendo las infusiones a la acción
de microorganismos.
-Luego en botella: mínimo 6 meses de crianza, con
posibilidad para envejecer hasta 3 años más.
En las profundidades del País Vasco, en el golfo de Vizcaya, el agua de lluvia tarda 27 años en filtrarse por las piedras calizas de la Montaña de Izarraitz
antes de emerger al manantial de Alzola. Su baja mineralización es ideal.
Elegidas por su sabor y complejidad, Ama emplea variedades excepcionales de The Rare Tea Company, producidas en pequeña escala por agricultores
sostenibles en Japón, China, India, Sri Lanka y África; además de plantas silvestres del País Vasco.
La fermentación de las infusiones se produce en contacto con colonias simbióticas de bacterias y levaduras (también conocida como scoby, en inglés;
o madre, en castellano) cultivadas con particular expertise por quienes hoy vuelcan años de trabajo en I+D sobre una aproximación original.
Las personas detrás de Ama imprimen precisión y mimo sobre un proceso artesanal, inspirado en el mundo del vino, del que devienen productos con
personalidad, de matices diferenciales y seductores.
Ama acompasa los ritmos de la fermentación transformando infusiones de hierbas y de té en kombuchas envejecidas en botella durante al menos
6 meses, con capacidad para seguir envejeciendo en el tiempo. De allí la sutileza de su sabor, su redondez, complejidad y carácter.
La mirada creativa y el conocimiento especializado de Dani Lasa y Ramón Perisé se imprimen sobre Ama, junto con la fuerza del viticultor Sancho Rodríguez y la expertise de un equipo interdisciplinario.
• Hierbas y tés de Japón, China, India, Sri Lanka, África, entre otros.
• Aguas de manantial filtradas en las profundidades del País Vasco.
• Singulares colonias simbióticas de bacterias y levaduras para
fermentar las infusiones.
• Precisión y tiempo para transformar paisajes en expresiones vivas.
Con sus pét-nat tea, amplía las posibilidades de someter infusiones de té a procesos de transformación y envejecimiento para propiciar experiencias estimulantes en la mesa con bebidas novedosas que destacan por su sabor y personalidad.
Inspiradas en vinos como los ancestrales o los pétillant naturel, sus varietales consiguen características equiparables al champagne u otros espumosos de ahí la denominaciòn de pét-nat tea.
Este mes recibiréis una botella de Ama Bat elaborada con el té Sencha Yabukita de Japón y una botella de Ama Bit elaborada a partir del té Lemongrass de Sri Lanka .
Disfrutad y sed felices !
Costo : 1550 $